Arrasando cardos con la azada
En enero de 2021 no hubo bellotada popular en Cuatro Vientos debido a la pandemia, aunque yo hice varias siembras y plantaciones por mi cuenta en la zona.
A principios de enero cayó la impresionante nevada de Filomena, que proporcionó imágenes de gran plasticidad de la repoblación. Afortunadamente cogió a todos los arbolitos protegidos con el tubo rígido microperforado recién puesto; es muy probable que de haber tenido solo la antigua red azul muchos de ellos hubieran sufrido daños o directamente el aplastamiento por la acumulación de nieve. A finales del invierno hice las varias plantaciones de alcornoque de mi vivero.
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La primavera trajo lluvias y un esplendor de nuevas yemas y brotes en mis alcornoques y encinas de las Presillas y Cuatro Vientos… y también un exuberante crecimiento de los cardos y otras malezas, que ya a finales de marzo era preocupante. Así que, recordando el trance amargo del año anterior, cogí la azada y estuve ahuecando un círculo de 1 – 1’5 metros de radio alrededor de cada arbolito.
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Los cardos no paraban de crecer y para mediados de mayo me llegaban por encima del pecho, de modo que muchos árboles los tuve que ahuecar dos veces. Fue un trabajo físico bastante exigente (… la mística del trabajo ya sabéis 💪😏), pero cumplió su objetivo porque el desbroce apenas produjo pérdidas: 2-4 arbolitos afectados, y solo uno de ellos de modo irreversible. De paso robustecí mis hombros y brazos mejor que si hubiera ido a un gimnasio.
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