Podar, proteger, abonar
La 6ª temporada se presentó con mucho trabajo adicional, el más urgente era proteger de la mordedura de conejo los arbolitos de las Presillas y Cuatro Vientos, porque las redes azules empleadas hasta ahora eran claramente insuficientes. Desde primeros de septiembre de 2020 y hasta final de año dediqué largas jornadas y muchas horas (fines de semana, puentes, navidades… ) a colocar dos tipos de protectores, según la morfología del plantón: tubo de empotrar cable eléctrico, o bien tubo forestal microperforado ‘fortetub’. Muchos de mis árboles habían crecido profusamente, produciendo ramas a baja altura, por lo que tuve también que podarlos, previa consulta con expertos forestales que me dieron las instrucciones básicas. Y junto con lo anterior, hice por primera vez el abonado de toda la repoblación con compost.
Con la llegada del otoño, y como en temporadas anteriores, recolecté bellotas, las germiné e hice las plantaciones y siembras habituales. El alcornocal de mi barrio de Viña Grande volvió a fructificar, lo que aproveché para introducir un número mayor de alcornoques.
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